La naturaleza volvió a sorprender en la Sierra Tarahumara: la cascada de Basaseachi, considerada la más alta de México con 246 metros de caída libre, luce en todo su esplendor gracias a las lluvias recientes que han multiplicado el caudal de sus aguas.

El espectáculo natural ha convertido al Parque Nacional Cascada de Basaseachi en un punto de encuentro para turistas nacionales y extranjeros que buscan experiencias de ecoturismo, fotografía de naturaleza y viajes de aventura en uno de los paisajes más emblemáticos del norte del país.

Un ícono de la Sierra Tarahumara

Ubicada en el municipio de Ocampo, en la región de la Sierra Madre Occidental, Basaseachi se encuentra rodeada de cañones, bosques de pino y encino, además de miradores que permiten apreciar la majestuosidad de la caída de agua. El entorno la convierte en un destino ideal para quienes disfrutan de actividades como senderismo, campismo y observación de fauna silvestre.

Las lluvias de las últimas semanas han permitido que la cascada recupere un caudal imponente, generando un atractivo adicional para visitantes que viajan a Chihuahua en busca de paisajes naturales únicos.

Turismo sostenible en crecimiento

Autoridades locales y operadores turísticos han destacado que el aumento en la afluencia de visitantes debe ir acompañado de prácticas sostenibles, que aseguren la conservación de los ecosistemas del parque.

El ecoturismo en la zona ha crecido de forma constante en los últimos años, gracias a la promoción de rutas integrales que incluyen recorridos por la cascada de Piedra Volada, paseos por cañones y experiencias culturales con comunidades rarámuri.

Un destino para todos los sentidos

Con su renovada fuerza, Basaseachi se consolida como uno de los atractivos naturales más impactantes del país, capaz de atraer tanto a los amantes de la aventura como a familias y viajeros que buscan conectarse con la grandeza de la naturaleza.

Visitarla en esta temporada significa vivir una experiencia irrepetible, donde la fuerza del agua, la frescura de la sierra y la inmensidad del paisaje se combinan en un espectáculo que recuerda por qué Chihuahua es un destino imprescindible para el turismo de naturaleza en México.