El turismo mexicano se ha convertido en un motor económico clave para ciudades fronterizas estadounidenses. Comercios, hoteles y servicios reportan incrementos gracias al flujo constante de viajeros procedentes de México.

Mientras algunos destinos del mundo experimentan bajas en actividad turística, las ciudades fronterizas de Estados Unidos —como El Paso y Laredo, Texas— encuentran en los turistas mexicanos un soporte económico fundamental.

De acuerdo con un análisis publicado por Travel and Tour World, los viajeros provenientes de México representan una proporción significativa del consumo en retail, alojamiento, restaurantes y servicios en estas regiones, compensando las caídas registradas por otros mercados internacionales.

Los turistas mexicanos realizan viajes de compras, estancias cortas y visitas familiares que impulsan la economía local, generando un flujo constante durante todo el año. Las tiendas departamentales y outlets fronterizos han reportado hasta incrementos de doble dígito en temporadas clave gracias a este segmento.

Expertos consideran que el turista mexicano es hoy un actor estratégico para la estabilidad económica regional, ya que combina frecuencia de visita, alto gasto promedio y una conectividad terrestre favorable.